Según la unidad investigativa de celureporteros del Gonorreómetro se maneja la teoría de que en realidad el tenebroso abusador de peluches, conocido también como el "lame-felpas" del que hablamos en un artículo anterior, trabajaría en compañía de otro degenerado, con quien además comparte una traumática relación sentimental.
Se trata de un costeño, desterrado de las llanuras de Sagún por literalmente abusar de cuanta burra, yegua, mula, perra y hasta gallina había en su comarca, y que fue a parar a Medellín después de purgar cuatro años de cárcel en Bogotá y de trabajar como travesti en las localidades del parque El Lago en Pereira.
Después de un hallanamiento a la casa del primer lame-felpas realizado por la policía gracias a las denuncias hechas por el Gonorreómetro, se incautaron las siguientes fotografías, en donde se aprecia al nuevo implicado en compañía del mismo oso, por lo que se presume que también abusó de él en esa fatídica noche.
Sobra decirles que, debido a que el Costeño todavía anda suelto, deben extremar las precauciones con sus animales, reales o de peluche, para que no vayan a ser víctimas del mismo infortunio.
Gas esa expresión de beneplácito y satisfacción!!!
ResponderEliminarEn la segunda foto podemos ver como le aplica cloroformo con la mano izquierda al pobre osito que nada pudo hacer para defenderse.
Ojalá lo capturen pronto.
Que susto!!! Se tomaron muy a pecho aquello de solo peluche!!!
ResponderEliminarLa mano que se ve en la primera foto corresponde con el primer violador.
ResponderEliminarEse lo que es es un chancletero!!!
ResponderEliminarYo conozco al susodicho...y yo si me decía que ese coste tenía su guardado...es más yo creo q a menudo pensaba en el oso, pq a cada rato lo oía cantando y talariando la canción del binomio de oro "un osito dormilón le regalé, y un besito al despedirse...", casualidad????, ya no me es tan claro
ResponderEliminarYa antes había escuchado sobre curas violadores y Garavitos asesinos, pero esto es el colmo!
ResponderEliminarPD: bien por la Agencia Reuters
Quiero resaltar tan ardua labor investigativa ya que la evidencia se encontraba bajo estricta confidencialidad, pero nada le pudo al hecho de buscar la noticia y publicar la verdad. Todo se supo.
ResponderEliminarQue quede claro que el compadre y yo nunca hemos hecho nada encontra de la voluntad de apestOSITO. A ese oprobio de la naturaleza (y me refiere al oso) le gusta la rumba y es de ambiente.
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