Es cierto, y aunque la de Berrío fue la foto que inspiró la creación de la fundación por parte de la señora Guillermina (alma de Dios), no quiero que con eso piensen que todos los casos han sido pérdidas de tiempo. Está bien, hay que reconocerlo, el caso de este último niño (conocido en el bajo mundo como Farryan, por cierto) no es la mejor muestra de los buenos resultados obtenidos por la fundación, pero existen también otros casos más esperanzadores. Para la muestra un botón. Les presento al niño Lopi: Huérfano de la calle, drogadicto sin remedio y reconocido hampón juvenil, fue acogido por la Fundación en el verano del 89, cuando apenas tenía unos 7 ú 8 años. Después de ser sometido a una serie de dolorosísimos y muy costosos tratamientos, finalmente se logró su total rehabilitación. Sin embargo (todo hay que reconocerlo), su difícil recuperación tuvo en él una gran repercusión, la pérdida de más del 80% de su capacidad motriz-cerebral, por lo que hoy en día, a pesar de que vive libre de vicios, a duras penas puede abrir los ojos, y su boca no le cierra por completo. De todas maneras en la fundación creemos que es un precio bajo a pagar por todo el bien que se le hizo. Como la misma doña Guillermina lo expresó: “Por lo menos con su retardo no le hace más daño a la sociedad”. Les presento las fotos del antes y el después:
ANTES (recién recogido de la calle):
DESPUÉS (recuperado de unos cuantos de sus vicios, lidiando con su evidente retardo):
Aporte días después de Diliana (alias La Poison), el 7 de Diciembre de 2007
Efectivamente, yo conozco al pequeño Lopi, se ha convertido en un buen elemento para la sociedad, aun tiene el problema en la boca por lo que se ve constantemente sujetando un labio con el otro, insiste en que tiene 4 años debido a la pérdida de más del 80% de su capacidad motriz-cerebral, con el paso del tiempo igualmente Lopi paso a ser llamado Cuasimodo por los niños de la fundación por un problema severo en su espalda nunca se supo como alcanzó su pelvis pero todos piensan que sigue siendo tierno y un gran logro.
Como aporte especial se les solicita la colaboración para vestir al pobre Lopi que tiene que usar la ropa de los demás niños de la fundación y que hasta ahora no devuelve, aun babiada y con la manchita café en el pantalón, Doña Guillermina solicita muy comedidamente se la devuelva o se le colabore con otro combinado menos rayado al que él uso en su infancia.
Apoyo el acto compasivo que ha tenido la Sra. Guillermina con el niño Farryan. Y con motivo a la recolecta, por aquí tengo una ropita que quisiera donar, un poco estrechas de espalda las camisas, pero los pantalones con buenos cinturones pa’ que no vuelva a pasar lo del perro lame traseros. Es que el niño cuando toma se nos pierde. Pero no importa, que más que ya no sacolea en plena avenida oriental, y hasta aprendió a combinar la ropa…
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